
Según reportan medios internacionales, la posible incorporación de mujeres al Grande Oriente Lusitano (GOL) está provocando una crisis interna de proporciones. A finales de septiembre, el Gran Maestre Fernando Cabecinha estableció unas normas provisionales para permitir la iniciación de mujeres en las logias, evitando así un proceso reglamentario más extenso.
Afirman que esta decisión ya ha motivado la salida de cuarenta miembros de la Logia União Portucalense —dirigida por Eurico Castro Alves, excoordinador del Plan de Emergencia Sanitaria— y amenaza con profundizar las divisiones en el seno de la organización.
Disidencia y resistencia al cambio
La medida ha generado un visible malestar entre algunos sectores tradicionales de la Orden. Los miembros de esa logia manifestaron su oposición a la iniciativa desde un principio y, tras haberse adoptado la decisión, optaron por solicitar formalmente la “reducción de sus columnas”, lo que podría llevar a la disolución de su taller.
Pero no son los únicos: otras logias, como Estado da Arte en Cascais —antes liderada por Salvato Teles de Menezes— y una de las seis que operan en el Algarve, celebran tenidas para deliberar si permanecen o abandonan la obediencia. Las actas de las reuniones reflejan un clima de desacuerdo que recuerda escisiones históricas dentro de la masonería portuguesa.
La información distribuida por los medios de comunicación está presentada como que las potenciales nuevas miembros son el problema que originó la disputa. Pero, esquiva abordar acerca de la posible supervivencia de una mentalidad conservadora, que no acompaña los cambios de la sociedad, ni guarda coherencia con la perspectiva de una real igualdad humana en la integración de las logias.
Un proceso acelerado y sus consecuencias
El proceso de apertura hacia la mujer tuvo su culminación cuando el Parlamento Masónico —conocido como la Dieta— aprobó por mayoría de logias, en mayo, una reforma constitucional que habilita la iniciación de “hermanas”, luego del informe de una comisión que estaba integrada por miembros que forman parte de la magistratura portuguesa.
Para agilizar el trámite, en agosto Cabecinha emitió un decreto que autoriza a los talleres a convertirse en mixtos mediante una propuesta respaldada por al menos siete miembros activos y aprobada por mayoría absoluta. Hasta el momento, la Logia Delta ya ha solicitado formalmente comenzar con las iniciaciones femeninas. Sin embargo, las nuevas integrantes deberán esperar al menos cinco años para poder optar al cargo de Gran Maestra y dos para presidir la Dieta.
Según los informes periodísticos, estas restricciones reflejan que, aunque el acceso se permita, la integración en puestos de liderazgo será gradual. Se obvia que los reglamentos históricos ya han fijado este tipo de limitaciones para los miembros actuales (masculinos), como por ejemplo el período de formación entre grados o los antecedentes que la oficialidad debe reunir para ocupar ciertos cargos de decisión. Por lo que se deduce que lo dispuesto en esta oportunidad no sería novedoso ni extraordinario. Mucho menos, sectario.
Ante esta situación, varias fuentes masónicas señalan que algunos de los disconformes podrían integrarse en la Grande Loja Legal de Portugal (GLLP), aunque desde esta entidad niegan estar gestionando esta incorporación.
Según se informó, esta sería la conformación actual de las instituciones más importantes del país:
- GOL: con 2.400 miembros y 103 logias
- GLLP: con 3.884 masones y 180 talleres
