Alexandre Louis Roëttiers de Montaleau (París 1748-1808) fue el heredero de una prestigiosa dinastía de grabadores generales de medallas de la Corte de Francia. Dedicó parte de su vida a preservar y reconstruir la Orden tras los devastadores años del Terror. Su conducción no solo aseguró la supervivencia institucional del Gran Oriente de Francia (GODF) sino que también cimentó la estructura ritual del Rito Francés, que perdura hasta la actualidad en gran parte del espectro Moderno.
El período conocido como el Terror se extendió desde septiembre de 1793 hasta julio de 1794 durante la Revolución Francesa. Este lapso se caracterizó por la instauración de un gobierno represivo dirigido por el Comité de Salvación Pública bajo el liderazgo de Maximilien Robespierre. La Ley de Sospechosos permitía arrestar a cualquier persona considerada enemiga de la Revolución, lo que desató una persecución colectiva y ejecuciones masivas mediante la guillotina. Este ambiente de persecución sistemática afectó profundamente a la masonería francesa, forzando el cierre de logias y poniendo en grave peligro la continuidad de la institución.
Trayectoria y obra
Roëttiers de Montaleau fue iniciado en fecha no determinada en la logia «L’Amitié» de París, y elevado al grado de maestro en 1775. Fue Venerable Maestro en dos ocasiones, de 1778 a 1781 y de 1786 a 1778, sumando en total cinco años. Pero también hay registros de que presidiera una decena de logias en provincias.
Se lo reconoce como cofundador de un estrato capitular, del cual fue elegido presidente, cargo que ocupó desde 1784 hasta 1793. Allí representó, en calidad de diputado, a los capítulos de Limoges, Ruán, Dieppe y Aix-en-Provence. Ocuparía el cargo de Gran Venerable (equivalente al GM) del GODF en 1785.
Uno de sus grandes méritos fue encargar la codificación de los rituales que hoy conocemos como Regulador del Masón, un conjunto de trabajos publicados en 1801 que se propuso crear una referencia para preservar la pureza del Rito Francés o Rito Moderno.
La reconstrucción
El período del Terror dispersó y silenció a las logias. En ese entonces, Roëttiers de Montaleau custodió personalmente los archivos y tesoros del Gran Oriente en su propio domicilio, arriesgando su libertad y hasta su vida. Una vez pasado el periodo más álgido de la persecución, asumió la tarea de reactivar la Orden. En 1796 logró reunir a los hermanos supervivientes y restablecer oficialmente la obediencia, reiniciando los trabajos en un país devastado.
Su labor no se limitó a París; contactó y reagrupó a las logias provinciales, tejiendo de nuevo la Cadena de Unión nacional y evitando una fragmentación irreversible. Comprendiendo la nueva realidad política del Consulado, facilitó una transición de liderazgo para asegurar la protección de la masonería bajo el nuevo régimen.
El Consulado fue la institución de gobierno que rigió Francia entre 1799 y 1804, tras el golpe de Estado del 18 de Brumario (9 de noviembre de 1799) que derrocó al Directorio y puso fin al período revolucionario. Este nuevo régimen político estaba formalmente encabezado por tres cónsules, pero desde su inicio el poder real se concentró en la figura del Primer Cónsul, Napoleón Bonaparte.
Preservación política
Esta transición estratégica culminó en 1805 con el nombramiento de José Bonaparte, hermano mayor del Napoleón, como Gran Maestro. Roëttiers, demostrando un gran pragmatismo político e institucional, facilitó personalmente esta sucesión al comprender que el apoyo del poder emergente garantizaría la estabilidad y el crecimiento.
Con la presencia de José Bonaparte se inauguró un período de expansión sin precedentes, cuando las logias se convirtieron en espacios privilegiados de sociabilidad para la élite imperial. Esta etapa de esplendor cuantitativo e influencia social, que contaba con Roëttiers desde la administración interna, confirmó el éxito de la estrategia de preservar la esencia iniciática de la Orden mientras se la articulaba con las realidades del poder establecido.
Apuntes biográficos
La confirmación histórica establece que Alexandre Louis pertenecía a una prestigiosa dinastía de orfebres y grabadores de medallas, originaria de Flandes. Su abuelo Jacques (1698-1771) alcanzó el cargo de Grabador General de Medallas de Francia en 1740, posición que luego heredaría su padre Jacques-Nicolas (1736-1788). Se trataba de un puesto oficial en la administración real francesa. Los registros de la Casa del Rey (Maison du Roi) documentan la sucesión del cargo a través de la familia Roëttiers.
Durante seis años, tras haber sido grabador general de las monedas y auditor en la Cámara de Cuentas, fue director de la Monnaie de Paris (Casa de la Moneda de París). https://ritomoderno.es/index.php/personajes/
Esta herencia familiar no solo le otorgó a Alexandre Louis una posición social privilegiada y contactos con la aristocracia, sino que también le proporcionó los recursos económicos y la formación en el arte simbólico que aplicaría en las logias.
Existen medallas y obras de arte metálicas firmadas por los Roëttiers (incluido Alexandre Louis) en colecciones de museos como el Museo del Louvre en París y el British Museum en Londres.
Legado en español
Su herencia permanece viva ya que el prestigioso Centro de Estudios del Rito Moderno y Francés lleva su nombre. Está presidido por Víctor Guerra e integrado también por Joaquim Villalta, quienes junto a otros masonólogos -principalmente españoles- han reeditado los rituales y escrito varios libros de historia, simbolismo y práctica del rito.
Este centro ha sido fundamental para el conocimiento de esta tradición en idioma español, asegurando que la práctica del Rito Moderno siga inspirando todavía a los miembros que se desenvuelven en él. Estos textos -escasos en volumen frente a la profusa producción en idioma francés- constituyen la columna vertebral de esta vía iniciática, en gran parte desplegada por múltiples obediencias y en diversos idiomas en la Unión Masónica Universal del Rito Moderno (UMURM).

Excelente síntesis sobre la figura de Roëttiers de Montaleau y su papel en la consolidación del Rito Francés. Desde Portugal seguimos con atención los trabajos que preservan la herencia del Rito Moderno, y compartimos la misma preocupación por la fidelidad ritual y la memoria histórica.
En My Fraternity (www.myfraternity.org) hemos publicado varios artículos sobre la tradición del Rito Francés y su influencia en las obediencias lusas. Felicitaciones por este trabajo y por la difusión del pensamiento masónico en lengua española.
Su felicitación honra a todos los que se esfuerzan por mantener abierto este espacio de difusión e intercambio de información y de ideas. Seguramente los lectores, como este equipo editorial, tomarán nota de tan importante aporte de su parte, tal como es el sitio web que se menciona. Abrazo fraternal.
Para los Hermanos que estarian interesados los rituales del Rito «Frances» fueron terminados en 1785.
Se publicaron en 1801 en el «Regulateur du Maçon» .. estos textos estan a disposicion en la BNF (biblioteca Nacional de Francia»
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k3193656.texteImage
Se practica el Rito Frances bajo su forma tradicional (regulateur du Maçon) en el sano de la GLNF, GODF por su parte se aparto de la version original cuando tomo decision de no trabajar a la Gloria del GADU.
Cordiales Saludos
Bernard Pynthe
Gracias por la información, que complementa el artículo y enriquece a los lectores de Parvis. También es de agradecer la pista que descubre parte de las causas por las que el ritual del GODF en la actualidad es diferente del Regulateur, que fuera sometido a sucesivas modificaciones desde fines del siglo XVIII. Saludos cordiales.